Tabla de Contenidos
¿Alguna vez has oído hablar sobre el lupus? Ésta es una enfermedad reumática sistemática y crónica, lo que quiere decir que puede afectar a cualquier sistema u órgano del cuerpo.
El sistema inmunitario, el encargado de combatir sustancias ajenas al cuerpo, se afecta en el lupus, con lo cual se ataca a las células y tejidos sanos de algunas partes del cuerpo como: articulaciones, piel, riñones, corazón, pulmones, vasos sanguíneos y cerebro.
Actualmente, se desconoce la causa del lupus, aunque se ha demostrado que los genes tienen mucho que ver, no son totalmente determinantes. La enfermedad le puede dar a cualquier persona, pero en la mayoría de los casos, las mujeres son las que lo padecen. Es más común entre las afroamericanas, hispanas, asiáticas e indígenas americanas.
Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, cuando están presentes se conocen como brotes, que pueden ser moderados o fuertes. Los más comunes de las personas que tienen lupus son:
- Fiebre inexplicable
- Dolor en articulaciones
- Dolor en los músculos
- Pérdida de cabello
- Sensibilidad al sol
- Úlceras en la boca
- Cansancio
- Hinchazón en piernas y alrededor de los ojos
- Dolor de pecho al respirar profundamente
- Sarpullido enrojecido
- Dedos de las manos y pies pálidos
- Hinchazón de las glándulas
Otros síntomas que tiene la enfermedad, pero son menos comunes son:
- Dolor de cabeza
- Confusión
- Mareo
- Convulsiones
- Anemia
- Sentimiento de tristeza
Esta enfermedad es muy fácil de diagnosticar, ya que no existe una prueba específica para hacerlo. Aun así, el doctor se va a basar en estos puntos:
- Historial médico
- Examen completo
- Pruebas de sangre
- Biopsia de la piel
- Biopsia de los riñones
¿Cómo se trata?
El tratamiento del lupus sirve para disminuir los brotes, tratarlos cuando suceden y reducir el daño a órganos, pero la enfermedad no se cura, solo se trata.
Tiene que ver con especialistas en distintas áreas: médico de cabecera; reumatólogo, para la artritis e inflamación de articulaciones; inmunológicos clínicos, para los trastornos del sistema inmunitario; nefrólogos, encargados de las enfermedades del riñón; hematólogos, para los trastornos en la sangre; dermatólogos, para las enfermedades de la piel; neurólogos, para los problemas del sistema nervioso; cardiólogos, para los problemas en el corazón y vasos sanguíneos; y endocrinólogos, para los problemas relacionados con hormonas y glándulas.
Fuente: Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel