Beneficios del complejo B

La vitamina B, con todos sus subtipos, debería estar presente en tu dieta diaria, ya que los beneficios que tiene son de gran importancia para tu cuerpo, aquí te los decimos.

Antes se creía que la vitamina B sólo era una, de ahí su nombre. Después de varios estudios se descubrió que hay vitaminas químicamente distintas que conviven en los mismo alimentos, por lo cual se hicieron ocho subtipos de la vitamina B, de ahí que se conozca como complejo B. Los beneficios que te traen todas estos subtipos de la vitamina B son:

  • Mantiene el sistema inmunológico sano. Un papel importante para este complejo es viendo por el sistema inmunológico, aparte l complejo de vitaminas B ayuda a incrementar la energía, haciendo que el estado de ánimo sea más estable.
  • Carbohidratos en glucosa. La vitamina B convierte los carbohidratos en glucosa, traduciéndolo en energía, si tienes insuficiencia de esta vitamina, tendrás fatiga.
  • Sistema nervioso saludable. La vitamina B ayuda a la producción de algunas hormonas y enzimas que regulan el sistema nervioso, también es importante para el funcionamiento correcto de las glándulas suprarrenales.
  • Ayuda a la piel, el cabello y los ojos. la piel, el cabello y las uñas están renovándose constantemente, la vitamina B es necesaria para que se lleve a cabo la producción de células y la síntesis de ARN y ADN.
  • Ayuda a la memoria. Se ha demostrado que consumir los complejos de vitamina B ayuda a mejorar la memoria de las personas.
  • Reduce sentimiento de ansiedad y depresión. Cuando se tiene una deficiencia de este complejo, se tiene la sensación de estrés, ansiedad, depresión y sentimientos afines.

Este complejo se puede tomar en pastillo, pero no es necesario, ya que los diferentes subtipos de la vitamina B se pueden encontrar en muchos alimentos como lo son: carne de cerdo, carne rojas, pollo, huevos, pescados, semilla de girasol, semilla de sésamo, mantequilla, frutos secos, judías blancas, espárragos, coliflor, champiñones, naranja, ajo, productos lácteos, espinacas, cereales integrales, brócoli, aguacate, fresas, jalea real, levadura de cerveza, legumbres, avellanas, entre otros.

Recuerda que todo en exceso es malo, por lo cual tampoco hay que consumir esta vitamina en demasía, para más información visita a tu médico quien te puede recetar una dieta con las cantidades exactas que tu cuerpo necesita de esta vitamina.