Hoy en día buscamos sentirnos mejor a nivel de salud y psicológicamente, una clave importante para ello es tener una buena alimentación para poseer una buena energía pero yendo más allá qué otras cosas podemos hacer para cuidar nuestro interior.

Alimenta el alma antes que el cuerpo

Cómo sabemos las emociones sí importan porque sirven para comunicarnos, ya que son de vital importancia para la toma de decisiones y son imprescindibles para el razonamiento, pero las emociones positivas facilitan la memoria y el aprendizaje mientras el estrés no ayuda y dificulta todo lo antes mencionado.

Los buenos pensamientos, la energía positiva y la ayuda al prójimo son buenos nutrientes de nuestra alma. Empieza a alimentarla saludablemente.

Haz yoga y/o ejercicios. Esto ayudará a mejorar el cuerpo y mente porque incrementa la energía vital y facilita la memoria a largo plazo y mejora el aprendizaje.

Al  ejercitarnos, nuestro cerebro segrega endocrinas, la misma sustancia que segrega cuando estamos enamorados. También libera dopamine, neurotransmisor relacionado con la motivación y el placer, por ello reduce el estrés crónico.

Come más sano. Empieza con alimentos que ten energía como vegetales, frutas, semillas y granos. Disminuye el consumo de harinas, azúcar refinada y bebidas carbonatadas.

Muchas veces comer en exceso tiene que ver más con la autoestima que con la voluntad. Toma much agua, te ayudará a eliminar las toxinas de tu cuerpo.

Ayuda a los demás. Ofrece apoyo a tu comunidad o realiza algún voluntariado en tu ciudad, esto te dará una sensación de autorrealización y satisfacción que te ayudará a vivir una vida plena.

Pide perdón. El perdón es milagroso. Te liberará de ira, dolor y resentimiento. Perdonar a todos y a ti mismo te ayudará a vivir en paz.

Una vez liberado de esa carga, tendrás más energía para alcanzar tus metas más prácticas.

Toma conciencia de tus emociones y reacciones negativas. Una vez identificada la emoción pregúntate que has aprendido y déjala ir.

Cuida tus reacciones, los momentos difíciles pasarán, pero podemos arrepentirnos por mucho el tiempo de cómo los manejamos.

Fuente: www.diariamenteali.com