El estilo de vida y las enfermedades cardiovasculares

¿Qué puedo yo hacer?

Dr. Joel Rodríguez Saldaña Director General
Centro Multidisciplinario de Diabetes de la Ciudad de México
www.remedi.org.mx

El reto principal de cada persona, de cada familia y del grupo social al que pertenece, está en orientar la conducta en la dirección apropiada. Durante muchos años se ha pensado que cambiar la alimentación, hacer ejercicio después de una vida de sedentarismo, dejar de fumar o controlar las emociones es tan fácil como tomar medicinas. También desde hace muchos años se ha demostrado que es más difícil hacer estos cambios que tomar medicinas y aún es más difícil cuando se nos trata de ordenar o imponer.

En esta época, aprender a guiar, a conducir y apoyar a las personas a cambiar su estilo de vida es tan importante para los médicos como saber usar el termómetro o el estetoscopio, pero muy pocos lo saben. Sin embargo, es conveniente saber y comenzar: los resultados de las estrategias que han funcionado para cambiar el estilo de vida son las siguientes:

 

  1. Dedicarle tiempo a que la persona que necesita cambiar uno o varios aspectos de su estilo de vida “cuente su historia”, su versión de los hechos.
  2. Valorar la disposición a cambiar en lugar de suponer que todas las personas están dispuestas y que todas tienen la misma actitud.
  3. Enfocar el cambio en el estilo de vida al comportamiento y no a los resultados. Dejar de pensar que, por cambiar, las personas van a bajar de peso o se controlará su presión arterial.
  4. Evitar juzgar, regañar o asumir actitudes autoritarias con los pacientes.
  5. Reconocer y trasladar la responsabilidad a las personas para cambiar su estilo de vida. Los pacientes son los principales actores del destino de su vida y de sus logros.

La educación de las personas debe enfocarse a lograr el cambio de conducta, no a darles clases sobre enfermedades. Gran parte del efecto de las enfermedades del corazón está ligado al estilo de vida. La adopción de estrategias innovadoras y de nuevas relaciones entre los pacientes y la sociedad, es uno de los grandes retos para avanzar en la prevención de las enfermedades del corazón.