7 maneras de prevenir afecciones cardiacas a tus 20

  1. No fumes.

¡Ni siquiera “socialmente”! Esto aumenta tu presión sanguínea y daña el corazón y vasos sanguíneos.

  1. Mantén un peso sano.

Tener sobrepeso aumenta tus niveles de colesterol, glucosa y niveles de presión sanguínea. Pregunta a tu doctor cuál es tu peso ideal.

  1. Come sanamente.

Las personas de hasta 45 años con dietas altas en proteína magra, granos enteros y con cinco o hasta nueve porciones de frutas y verduras todos los días, tienen niveles más bajos de colesterol LDL (colesterol malo) y niveles altos de colesterol HDL (bueno), según estudios médicos.

  1. Sudar es bueno.

Elevar tu ritmo cardíaco durante 30 minutos todos los días, te ayudará a protegerte, bajando tu presión arterial y los niveles de colesterol malo, asegura Nieca Goldberg, directora de Women’s Heart Program en el Centro Médico de NYU. Haz lo que te parezca más divertido y te guste, bailar, kickboxing, correr…

  1. Revisa las etiquetas.

Las personas que obtienen cerca del 20% de las calorías diarias de azúcares simples o refinadas, incrementan el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca un 38%, según un estudio en JAMA Internal Medicine. Las bebidas energizantes, las salsas de tomate y los aderezos para ensalada, también tienen azúcar.

  1. Usa tus días de vacaciones.

Si no lo haces, tienes casi ocho veces más probabilidades de sufrir un infarto que las mujeres que se toman por lo menos dos temporadas de vacaciones al año, según un reporte del Framingham Heart Study.

  1. Conoce los síntomas.

Las mujeres son normalmente mal diagnosticadas por culpa del clásico infarto que han visto en una película de Hollywood: un hombre agarrándose el pecho o el brazo. Las mujeres normalmente experimentan nauseas y una fatiga mayor y, algunas veces, dolor en el hombro o en la mandíbula. “Estamos intentando entender estos síntomas mejor, la mayoría de los estudios han sido hechos por y para los hombres,” comenta Dr. Bairey Merz. Ve al hospital si sientes alguno de esos síntomas y no dejes que nadie, ni quiera un doctor, reste importancia a cómo te sientes.